El conocimiento intrínseco de la persona ha sido de suma importancia a través de la historia y ha sido estudiada desde los primeros filósofos. Se ha dado esta curiosidad desde los tiempos más remotos de la humanidad para tratar de conocernos a nosotros como ente y así comprender mejor la razón de nuestra existencia. Desde Tales de Mileto, con su filosofía milesia, en el siglo VII, a.C., hasta Tomás Kuhn en nuestro siglo con su teoría de la posmodernidad, se ha tratado de conocer y comprender al ser como individuo y al ser como sociedad para entender la razón y fin de este "dios en potencia".
Actualmente, en la primer década del Siglo XXI, la comunicación entre los seres se ha potencializado de una forma sin precedencia y día con día esta comunicación se multiplica por uno punto ochenta y tres por ciento - en otras palabras - en promedio estamos conociendo o conviviendo diariamente a 1.83 personas que no conocíamos con anterioridad. Lo que lleva a tener un intercambio de ideas y culturas que afectan directamente al ser, cambiando constantemente sus gustos, ideas y cultura.
¿Quién soy?, la pregunta que muchas veces ha atormentado el sueño de aquellos que buscamos una respuesta, aquellos que tentamos el entendimiento, nosotros vanidosos del conocimiento; y sabemos que para responder esa pregunta debemos conocernos y ser honestos, solo así conoceremos nuestra circunstancia y así poder mejorarnos como nos enseña Gasset: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”.
Es indispensable, para el entendimiento y para la filosofía, la honestidad del ser y con esta la aceptación de lo que nos hemos convertido, conocernos por medio de la introspección; en la cual muchas de las veces encontraremos un yo que no queremos, tratamos de ignorarlo y olvidarlo, siendo así la primer obstáculo al conocimiento y entendimiento de nosotros como ente y como ser. Es importante que recordemos que el cambio es constante y que muchas de las veces nos afecta el mundo externo y nos atrae a pensar de cierta manera; la misma compañía y familia nos lleva muchas veces al cambio. Este cambio lo debemos de aceptar tal y como es, el tratar de entenderlo hará que de forma conozcamos mejor nuestra toma de decisiones y el porqué de ellas; por otra parte el tratar de negarnos a nosotros mismos y el de ignorar el cambio al cual nos expusimos conlleva a la depresión tan común en los jóvenes de hoy.
Día a día se ve el aumento alarmante de la depresión en jóvenes y en parte se atribuye a la negación de la persona.
Constantemente, por miedo a encontrar un nuevo yo al que el ser se niega, se tratan de imitar los antiguos gestos y costumbres, así ignorándose a sí mismo y ocasionando un estado de desanimo e inconformidad, de hecho el tratar de encontrarse a uno mismo es un problema que se ha estudiado con anterioridad y ha salido a relucir una teoría un poco imprecisa: la psicología de la gestalt, en esta corriente los psicólogos creían que el pensar para resolver un problema era el conocimiento de la persona hacia el mismo; el conocer otros puntos de vista y el ser empático con distintas situaciones que rodean nuestro entorno nos hace ser conocedores de otra perspectiva que podemos manejar, así nosotros vamos a estar en constante aprendizaje cognoscitivo.
Y entonces, ¿cómo conocernos? Conocernos no es el simplemente querer conocernos, sino el también buscar una manera de hacerlo. Al resolver problemas podemos conocer mejor nuestra forma actual, ¿qué estamos haciendo para resolver el problema?, ¿porqué la postura que tengo?, ¿qué quiero lograr al finalizar este problema?, ¿qué métodos o medios he utilizado para salir adelante?, ¿trato de salir adelante?... El analizar la forma en que solucionamos un problema nos ayuda a entender el yo actual, ya que en presiones de estrés y agotamiento tratamos de resolver las cosas a nuestra manera y de la forma que creemos mejor y más rápida.
Una vez que el ser se acepta, es indispensable ver qué tipo de razonamiento y lógica guía a la persona, esto lo describe mejor Sylvia Scribner, en donde menciona que la lógica tiene que ver con la educación recibida, a continuación postulo un experimento que realizo en 1997, en una tribu africana occidental llamada Vai, donde les pidió que contestarán de forma lógica.
Todas las mujeres que viven en Monrovia están casadas.
Kemu no está casada
¿Vive Kemu en Monrovia?
Respuesta: Sí, Manorovia no es para una sola clase de personas, así que puede vivir ahí.
Como podemos observar, el argumento no es lógico, pero si tiene un fundamento razonado. El individuo ignoro el primer enunciado y trata de dar una respuesta basada en algo que él sabe, cualquiera puede vivir en Manorovia. A partir de aquí podemos pensar que no somos inherentemente lógicos. Por lo tanto es de suma importancia que cada ser conozca su forma de razonar y el porqué de sus decisiones.
A partir de nuestro conocimiento lógico, y nuestros gustos podemos desarrollar una idea general de quienes somos, que nos gusta, y como actuamos. Aprenderemos a aceptarnos como somos y a vivir con esa idea. Solamente en el constante conocimiento de una persona podremos encontrar la tranquilidad, el conocer mejor nuestro sentido de vida y cambiarla cuando sabemos que es tiempo de hacerlo, es el vivir en conocimiento de nosotros como ser individual, el manejar las emociones y conocer nuestros cambios naturales como persona. Solo así, encontraremos la felicidad en lo que hacemos, solo en la aceptación del yo, del constante conocimiento del yo cambiante
*OMITO BIBLIOGRAFÍAS, SI ALGUIEN LAS NECESITA POR FAVOR DE CONTACTARME