20.8.09

Me encantaría cambiar este PUTO mundo a mi también

Intente cambiar el mundo... ahora intento que el mundo no me cambie a mí;

Seguiré pensando que todo el mundo es un escenario...
Seguiré pensando que la gente es buena...
Seguiré pensando que los amigos son para toda la vida y jamás cambian...
Seguiré pensando en la inocencia de los niños... en Santa y en el Ratón de los dientes...
Seguiré creyendo en mí, a pesar que solo sea yo quien cree en lo que digo...
Seguiré tratando de cambiar este PUTO mundo...

…y si llegó a cambiar, estoy convencido de que cambie por mí, y no por el mundo en el que vivo.

19.8.09

Esto es un medio independiente y alternativo que parte de una iniciativa personal para divulgar toda idea/proyecto/o cualquier escrito, con valores y proyección social, que suelen pasar inadvertidos en los medios de comunicación habituales.

Ni yo me la creí...



Idea de muchos, realidad de pocos

La idea de recorrer el planeta en coche surge como surgen los proyectos imposibles: con un par de cervezas y demasiado tiempo libre. Perfilé la ruta sobre una servilleta de papel de un bar cualquiera de Guadalajara, una tarde de verano. Pero aquella línea trazando continentes fue cobrando un sentido menos delirante con el tiempo. Además, cualquier profesional que aún recuerde se encontrará sin duda algún aliciente en viajar por el mundo contando historias…De aquella etapa sólo recuerdo el eco incesante de una misma pregunta “¿por qué no?”

Además de una forma muy extraña, que verdaderamente no me lo esperaba, veo como todos mis proyectos imposibles se juntan entre si, creo que eso significa que tomo mucha cerveza.


10.8.09

Comprometidos estamos...

Formulemos nuestro manifiesto, caballeros -dijo Zola -. Primero, consideramos bella cualquier verdad, por más horrible que sea. Aceptamos todo de la naturaleza, sin repudio alguno. Creemos que existe mas belleza en una cruda verdad que en una linda mentira, más poesía en la tierra que en todos los salones de París. Creemos que el dolor es bueno porque es el más profundo de los sentimientos humanos. Creemos que el sexo es hermoso, aunque esté representado por una prostituta y un cualquiera. Colocamos al carácter por encima de la fealdad, el dolor por encima de la belleza y la cruda realidad por encima de todas las riquezas de Francia. Aceptamos la vida en su integridad, sin hacer juicios morales. Creemos que una prostituta vale tanto como una condesa, que un conserje vale tanto como un general o un campesino tanto como un ministro de gabinete, pues cada cual encaja en el patrón de la naturaleza y forma parte de la trama de la vida.


_¡Levantemos nuestros vasos, señores! - exclamó Toulouse-Lautrec -. Brindemos por la amoralidad y el culto de la fealdad. ¡Qué estos embellezcan y vuelvan a crear el mundo!.


"Anhelo de vivir, La vida de Vincent Van Gogh"
autor: Irving Stone

El cinismo consiste en ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean, y dime tú ¿Apoco no más vale un minuto de vida franca y sincera que cien años de hipocresía? Entonces, ¡Levantemos nuestros vasos, señores! Brindemos por la amoralidad y el culto de la fealdad. ¡Que estos embellezcan y vuelvan a crear el mundo! Soy cínico, soy bohemio, soy hombre briago enamorado de la realidad, soy la parte trasera de tu mascara…

En torno de una mesa de cantina

En torno de una mesa de cantina:


Una noche fría de invierno, hermanos bohemios inquietaban la tranquila noche, sus risas escapaban y quebrantaban el silencio del barrio, un silencio que antes parecía profundo e imponente y que ahora no se puede apreciar. El humo inconfundible de la felicidad se elevaba al cielo, simbolizando, al revolverse en el aire freso, la vida de los sueños. En todos lados había risas, inspiración e innumerables copas, medias llenas, medias vacías de borbón, ginebra y ron.


Es curioso ver a ese grupo; un conjunto bohemio algo heterogéneo, del cual se hablaba de tanto y al parecer de nada, ¿qué tan vacía podía ser esa noche? Era una noche especial, única en el año. Aquel grupo bohemio se burlaba de la vida, celebraba entre risas, liberaciones, chascarrillos y versos, la agresión de un año de amarguras, un año que dejo marca en todos los pechos, pero venia enfrente la llegada de un feliz año nuevo.


Y por fin llegó el momento esperado. Una voz varonil dijo de pronto: -Las doce compañeros, digamos el "requiescat in pace" por el año que ha pasado a formar entre los muertos ¡brindemos por el año que comienza! porque nos traiga ensueños, porque no sea su equipaje un cúmulo de amargas experiencias...


-Brindo, dijo uno más, por la esperanza que la vida nos lanza, ¡Oh esperanza; dulce y amarga amiga! Brindo, porque ya hubiera puesto fin con violencia esgrimiendo en mi frente, mi venganza, si en mi cielo de tul limpio y divino no alumbrara ni, sino una pálida estrella: mi esperanza.


¡Bravo! se lleno de gritos y halagos la cantina. Esta noche hablaste breve y sustancioso, Has llenado los corazones y has dado esperanza, Se escuchaba decir, en eso el de la izquierda no hizo esperar y grito: -Bebo y brindo, cómo nos enseño Jesús y espero que todos en este brindis beba de mi copa, de mi vida que estas palabras se las dedico a mi pasado, que fue de luz, amor y alegría, en el que hubo mujeres seductoras y frentes soñadoras que se juntaron con la mía, pero aún más brindo por la oscuridad que me acogió por más tiempo, por el ayer que hoy cubre mi amargura y negrura mi corazón, por el odio de mis enemigos. "¡Por la vida, por la vid, por ti!," gritaron todos.


-Yo brindo, dijo el más sobrio de los cinco, porque en mi mente brote un torrente de inspiración divina y seductora, porque mi voz vibre y que el verso suspire, sonría y se enamore de sí mismo, brindo porque estos versos lleguen hasta las grietas formas de metal y concreto del corazón de la mujer ingrata que a desdenes me mata... ¡por su cuerpo, que solo a ustedes les compartiría! porque llegué a su corazón mi canto y que mi llanto limpie mi pena, ¡vamos! porque me embriague con el néctar de sus besos.


Seguía la tempestad de frases vanas, de aquellas tan humanas que se hallan en todo los hombres, y en cada frase de entusiasmo hubo ovación creciente, risas y llantos... se brindo por la patria, por las flores, por el alcohol y por el amor.


Se levanto el más grande de los cinco, el bohemio puro, de corazón noble y gran cabeza, hombre de carácter que declaraba que solo ambicionaba con robarle inspiración a la tristeza.


Levanto la copa y la cantina recobro su silencio original, y aunque reinaba el silencio toda la tropa radiaba felicidad, desbordaba alegría, entonces los voltea a ver inundándolos con la luz de su mirada, y dijo con acento inspirado: -Brindo por la mujer, más no por esa en la que halláis consuelo en la tristeza, ¡placer de los desaventurados!, no brindo por esa que os brinda sus hechizos cuando besáis sus risos perfumados.


Yo no brindo por ella, amigos, siento por esta vez no complacerlos, brindo por la mujer, pero por una, por la que me brindó sus lagrimas y me envolvió en sus besos; por la mujer que me arrullo en la cuna.

Por la mujer que me enseño de niño lo que vale el cariño, exquisito, profundo y verdadero, por la mujer que me arrullo en sus brazos y que me dio en pedazos, uno por uno, el corazón entero.

¡Por mi madre bohemios! Por la anciana que piensa en la mañana como en algo dulce y deseado, por que sueña tal vez que mi destino señala el camino por el cual volveré pronto a su lado.

Por esa brindo yo, dejad que lloré, que en lagrimas desflore esta pena letal que me acecina, dejad que brindé por mi madre, por aquella que llora y siente que mi ausencia es un fuego que calcina.

Por la anciana infeliz que sufre y llora y que al cielo implora que vulva yo pronto para estar con ella, por mi madre bohemios que es dulzura vestida de amargura, y en esta noche: mi vida, mi estrella.


Todos callaron, cruzaron e intercambiaron las miradas y entre alcohol y lagrimas en los ojos rieron como nunca, de pronto la cantina recobró su silencio habitual, el pequeño grupo estaba marchándose, los que quedaron en la cantina veían a esa persona retirarse, tropezándose con las mesas, las sillas y los clientes, ese ser solitario, briago, enamorado, ese cínico que habló, lloró y rió solo durante toda la noche...